Revista de Filosofía y Teoría Política , no. 45, 2014. ISSN 2314-2553
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Filosofía

RESEÑA / REVIEW

 

Di Camillo, Silvana Gabriela: Aristóteles historiador: El examen crítico de la teoría platónica de las ideas, (Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras UBA, 2012). ISBN: 978-987-1785-59-9. 284 pp.

 

Natalia Strok

Universidad de Buenos Aires
Universidad Nacional de La Plata - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
Argentina

 

Cita sugerida: Strok, N. (2014). [Reseña del libro “Aristóteles historiador: El examen crítico de la teoría platónica de las ideas de Di Camillo, S.”]. Recuperado de: http://www.rfytp.fahce.unlp.edu.ar/article/view/RFyTPn45a09

 

La reflexión en torno a la tarea del historiador de la filosofía siempre ha tenido su espacio, aunque no siempre ha gozado de gran intensidad. En tanto la mayoría de nosotros nos dedicamos a la historia de la filosofía, la búsqueda de los orígenes de la historiografía filosófica resulta ser parte de esta clase de reflexión. Y cuando se trata de investigar en la Antigüedad, indefectiblemente debe llamarnos la atención el particular método que Aristóteles llevó adelante en sus investigaciones filosóficas.

Aristóteles, discípulo de Platón, se erige a la vez como oponente y crítico de su maestro. Sin embargo, la relación entre estos dos grandes filósofos de la Antigüedad dista de ser tan simple. El libro de Silvana Di Camillo da cuenta de una profunda investigación en torno a estos dos tópicos, el de Aristóteles historiador y su relación con Platón, atendiendo a un tema tan particular y central como el de la teoría de las ideas.

El librose estructura en cuatro capítulos, precedidos por el prólogo, la nota preliminar y la Introducción, acompañados por la bibliografía, los índices de lugares y autores modernos y los datos de la autora. María Isabel Santa Cruz abre el libro con su prólogo, en el que adelanta los temas de la obra de Di Camillo al afirmar que Aristóteles no se opone a la teoría de las ideas sino que toma los elementos positivos y construye sobre ellos, pues en su infidelidad Aristóteles es fiel a Platón.

Luego de laafectuosa nota preliminar, la Introducción expone la estructura y los contenidos mínimos de los cuatro capítulos, da cuenta de las ediciones de las obras utilizadas y explica que el tema del trabajo es clásico y muy debatido pues trata cuestiones centrales de ontología, como son la teoría de las ideas de Platón y la noción de esencia de Aristóteles. Sin embargo, su originalidad reside en el enfoque y el tipo de aproximación al estudio del problema. Este objetivo específico responde a un objetivo metodológico general, que es el de proponer un modelo de hermenéutica textual de corte histórico-dialéctico que dé cuenta del modo en que Aristóteles enfrenta la filosofía anterior, en particular la platónica, considerándola un momento constitutivo de la investigación objetiva. Di Camillo intenta probar que Aristóteles realiza una doble utilización de las opiniones de sus predecesores. Por un lado, parte de ellas para identificar los problemas (aporíai) e incorporar la verdad que pudieran contener; por otro, vuelve sobre ellas, haciendo uso de nuevos instrumentos conceptuales, para juzgar sus aciertos y sus errores. Este segundo uso de las opiniones anteriores es lo que entendió la crítica como deformación de las doctrinas precedentes. La autora propone que la imposición de términos por parte de Aristóteles no debe leerse como distorsión sino como exhibición de su particular solución a los problemas no resueltos por los filósofos anteriores. Así, las críticas de manipulación y distorsión no hacen más que eclipsar el grado en el que las propias posiciones de Aristóteles emergen de un estudio crítico del pensamiento precedente. Di Camillo considera que esto último se puede ejemplificar paradigmáticamente por medio de la crítica a la teoría platónica de las Ideas, cuyo blanco principal es la separación de las Ideas. La autora subraya que la posición aristotélica es deudora de la platónica, en tanto se apropia de lo que ha resistido al examen crítico. La nueva distinción, entonces, le sirve a Aristóteles para volver sobre la teoría criticada y evaluar sus aciertos y errores.

El primer capítuloversa sobre la relación entre historiografía y dialéctica. En primer lugar, se atiende a las funciones y naturaleza de la dialéctica y las controversias en torno a su valor en los Tópicos. Sobre esto, Di Camillo afirma que dicha controversia se funda en intentar privilegiar una función sobre la otra, es decir la dialéctica sobre la filosofía, operando así una reducción que es contraria a lo sostenido de forma explícita por Aristóteles. En segundo lugar, se establece una estrecha relación entre el método dialéctico, en su función cognoscitiva, y el método diaporético caracterizado en Metafísica III, 1. Allí, Aristóteles postula un principio metodológico según el cual se deben precisar primero los problemas (aporíai) cuya solución (euporíai) constituye la meta de la investigación. Di Camillo propone identificar, a partir de esta perspectiva, cuál es para Aristóteles la aporía fundamental de la teoría platónica de las Ideas y entender su propuesta alternativa. La autora concluye que la historiografía llevada adelante por Aristóteles constituye un punto de partida esencial para, por una parte, establecer las dificultades a resolver y, por otra, para comprender la génesis de sus propias tesis.

El capítulo segundo se ocupa de la exégesis que Aristóteles realiza de la teoría de las Ideas en Metafísica, 9, dando cuenta de las diferentes estrategias argumentativas utilizadas por el Filósofo. Esto sirve como ejemplo del segundo movimiento de la dialéctica, en tanto vuelve sobre la doctrina analizada con instrumentos conceptuales nuevos, en este caso su propio concepto de eĩdos, entendido como principio inmanente de movimiento. Di Camillo sostiene que esta imposición de categorías propias no es arbitraria sino que responde al propósito filosófico que persigue y concluye que esta superposición no equivale a distorsión, pues Aristóteles no habría podido construir su propia posición acerca del eĩdos sino como consecuencias del examen dialéctico de la filosofía de una escuela de la que fue primero miembro, luego heredero.

El capítulo tercero investiga el tratado aristotélico Sobre las Ideas y por ello se convierte en el capítulo más original, pues no existe un análisis exhaustivo de esta obra en castellano. Allí, Aristóteles afirma que ninguno de los cinco argumentos utilizados por los platónicos logra demostrar la existencia de las Ideas. Di Camillo sostiene que la tesis alternativa, que constituye la solución aristotélica a las aporías, debe ser entendida como implicaciones al examen crítico y no como presupuestos extrínsecos que distorsionan la teoría criticada, en oposición a la interpretación de Cherniss.

El capítulo cuartoanaliza el controvertido concepto de “separación” entre Ideas y cosas sensibles, si eso es lo que se critica en el tratado Sobre las Ideas, y su incidencia en la noción de esencia. Di Camillo presenta una nueva línea de interpretación que tiene en cuenta el argumento platónico que postula Ideas separadas, esto es, el argumento que conduce al “tercer hombre”. El análisis del argumento le permite a la autora afirmar que la separación de las Ideas consiste en su diferencia en definición o sustancia respecto de los particulares sensibles. Ideas y particulares comparten el nombre pero no su naturaleza: el nombre en común no asegura ninguna conexión real y así las Ideas quedarían privadas de su función causal y cognoscitiva. En opinión de Aristóteles, la elección de un término o de otro sería puramente arbitraria. Di Camillo concluye que en el caso de las Ideas la separación entraña homonimia, es decir, el nombre y la definición asociada no se aplican igualmente a Ideas y a cosas sensibles. Esto es compatible con la propuesta de Aristóteles según la cual hay una comunidad de naturaleza entre la esencia y el particular. A la aporía del khorismós platónico de las Ideas, Aristóteles propondrá como euporía su tesis de la comunidad de naturaleza de sujeto y esencia en los particulares., desarrollada en Metafísica VII, 6.

En síntesis, Aristóteles logra explicar la realidad desde sí misma, en tanto sostiene que una sustancia particular no puede diferenciarse de su esencia y que sólo conocemos la cosa singular cuando conocemos su esencia. Así, Di Camillo presenta como conclusión que el examen crítico de las Ideas ha sido una condición necesaria para la elaboración de la tesis de la identidad entre el sujeto y su esencia y que la imposición de términos propios no debe interpretarse como deformación sino como su particular solución a los problemas que los filósofos precedentes no han resuelto.

La autora realiza una exposición bien estructurada y muy clara, que no carece de originalidad. Celebramos la publicación de tan interesante investigación que nos permite reflexionar a partir de un caso paradigmático sobre la relación entre Platón y Aristóteles, y sobre el rol de este último como historiador de la filosofía, fundamental en la construcción de sus propias doctrinas.

 

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